La Subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez, visitó dos sucursales bancarias de la Región Metropolitana para verificar en terreno la aplicación de un protocolo enfocado en la prevención de los “marcajes” (robos a personas que retiran dinero desde las entidades financieras).
En ambas oficinas -ubicadas en las comunas de Conchalí y Macul, respectivamente-, la autoridad constató la aplicación de algunas de las medidas contempladas en el protocolo, suscrito el 2 de febrero recién pasado.
En concreto, la Subsecretaria comprobó, por ejemplo, la instalación de equipos destinados a la identificación de quienes ingresan a las oficinas, adecuaciones en las áreas de espera contiguas a las cajas, e insonorización de máquinas contadoras de billetes.
“Estas medidas son muy importantes, porque nos van a permitir tener sucursales vigiladas. Aquellos delincuentes que quieran realizar el delito de marcaje, van a saber que están siendo grabados y monitoreados, y que se están tomando medidas para proteger a los clientes”, resaltó la Subsecretaria, al visitar la oficina de Conchalí, correspondiente a BancoEstado.
En la otra sucursal -BCI, en Macul-, Gómez subrayó: “Creemos que estas medidas van en la línea correcta de lo que conversamos en la mesa público-privada, que dio lugar a este protocolo, pues tienen el objetivo de darle más seguridad y tranquilidad a todos los clientes y clientas que realizan trámites en los bancos”.
El protocolo fue resultado del trabajo que llevaron adelante en esa mesa, la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD), la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), BancoEstado, el Ministerio Público y Carabineros.
Además de la identificación de quienes entran a las sucursales, la insonorización de las contadoras de billetes, y de distintas medidas en las zonas de las cajas, el acuerdo suscrito considera otras acciones: participación de Carabineros en la evaluación de la distribución y reenfoque de las cámaras en las oficinas; capacitación permanente -en seguridad y prevención- del personal bancario; entrega a la Fiscalía -en un plazo de cinco días, de imágenes captadas por las cámaras de las oficinas; e implementación de un plan de difusión de medidas para fomentar en la población el uso de medios electrónicos y adopción de buenas prácticas asociadas a movimientos de altas sumas de dinero.
Las medidas que considera el protocolo se aplican actualmente en 15 sucursales de la Región Metropolitana, ubicadas en zonas consideradas críticas, por la incidencia de los “marcajes”.
La aplicación de estas acciones irá extendiéndose a más oficinas, a partir de su evaluación.
Durante la visita a la sucursal de Conchalí, el Gerente General de BancoEstado, Juan Cooper, destacó la implementación del protocolo. “Es muy importante que el dinero de las personas esté seguro. Por lo tanto, nos sumamos con gusto a esta iniciativa. Nos parece que tener sucursales seguras nos va a ayudar fuertemente a mejorar la experiencia de los clientes. Para nosotros esto es un complemento que nos va a ayudar a seguir cumpliendo nuestro rol social”.
En esta sucursal de BancoEstado se han concretado las siguientes acciones: implementación de un sistema de identificación de quienes entran a la oficina (con mecanismo de reconocimiento biométrico, por ejemplo), reubicación de asientos de espera para evitar que se observen los movimientos de aquellos clientes que retiran dinero, y empleo de un mecanismo de insonorización en las máquinas contadoras de billetes. Así se impide que alguien pueda calcular el monto de la extracción -por el ruido del dispositivo- y “marque” a la víctima para un posterior robo.
En la misma oficina, el Fiscal Sergio Soto afirmó: “Uno de los grandes problemas que teníamos era la incapacidad de poder identificar a las personas que participan en estos delitos. Este proyecto, precisamente, apunta a eso. Para los efectos de las investigaciones de la Fiscalía, va a ser un apoyo muy importante”.
Posteriormente, en la visita a la oficina del BCI en Macul, el Gerente de Seguridad de esa institución, Orlando Melo, enfatizó: “Creemos que esta alianza entre la Subsecretaría de Prevención del Delito, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) y los bancos va a permitir disminuir muy fuertemente estos delitos”.
La instalación de un tótem que identifica a quienes ingresan a la sucursal, mediante, por ejemplo, el registro de huellas dactilares; el equipamiento de la zona de espera de cajas con cámaras que captan y proyectan -a través de pantallas- imágenes de las personas que permanecen allí, de modo de disuadir “marcajes”; y el uso de contadores insonorizados, fueron las acciones que la Subsecretaria conoció en la oficina de Macul.
A su turno, en esta visita, el Gerente de operaciones y Tecnología de ABIF, Cristian Vega, afirmó: “Esto demuestra el compromiso de la industria con la seguridad de sus clientes y el apoyo a las instituciones que tienen la responsabilidad de la seguridad pública para que a través de los bancos podamos aportar en evitar este tipo de delitos”.
Finalmente, la Capitán del OS10 de Carabineros, Carolina Constanzo, valoró el trabajo mancomunado: “El combate a la delincuencia es de todos. Estamos muy contentos con la implementación de estas medidas y llamamos al resto de sucursales a sumarse para así enfrentar estos robos”.